El pasado 21 de septiembre la turolense
localidad de Azaila organizó, por noveno año consecutivo, sus jornadas íberas.
El pequeño pueblo se transforma, por un día en Sedeisken, el nombre que los
antiguos daban a esta población. Esa transformación incluye un mercado plagado
de artesanía y demostraciones de costumbres de la época íbera, con su riqueza
íbera, griega, fenicia y romana. Hay charlas y actividades relacionadas con la
historia del lugar y del importante yacimiento del Cabezo de Alcalá.
Todos los asistentes a la jornada se
acercaron hacia el final de la misma para presenciar la clausura de los actos.
Qvintvs Teatrae se encargó de cerrar la agenda y poner un solemne broche final.
En esta ocasión, como en alguna anterior, los miembros
del Qvintvs ayudados por otros miembros de Cantela y algunos amigos del teatro
recrearon un al modo tradicional en que los antiguos íberos daban sepultura a
sus personajes importantes.
Pero en esta edición hubo una
intervención de dos personajes especiales. Se hizo viajar al público a los años
20, cuando se descubrieron estos yacimientos turolenses y, allí, por el
recreado Cabezo de Alcalá, un arqueólogo y su ayudante hicieron soñar al
público que pudo presenciar un entierro íbero tal como los trabajos de los
arqueólogos describen. El acto fue la excusa perfecta para agradecer toda la
labor que estos incansables soñadores que son los arqueólogos hacen para
recuperar la historia de nuestros pueblos, entender nuestro pasado y definir
nuestro futuro.
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